Estamos viviendo una época en la que la coyuntura económica actual, artificial y convenientemente creada, justifica y da cobijo a declaraciones como las realizadas hace unos días por el patrón de los patrones de este país en las que afirmaba que para salir de la crisis, los trabajadores "deben trabajar más y, desgraciadamente, ganar menos. Es muy duro decirlo, pero es la verdad". De esta misma opinión aparenta ser, obstinadamente, nuestro autoritario Secretario General que disfraza sus verdaderas intenciones de enorme calado bajo un ahora justificado manto de austeridad económica y eficiencia pública.

Durante los últimos años hemos asistido a una sofisticada representación de la imagen de un tirano moderno, profesionalmente adiestrado, un claro brazo ejecutor convenientemente adoctrinado, empecinado en demostrarnos que él es el único que decide sobre nuestro futuro, un futuro que ha empezado a desvelarse negro, muy negro. Hemos sufrido un brusco cambio de timón bajo su sobradamente demostrada artificial incapacidad para conocer qué tenía entre manos en I+D+i, arrastrando al ITC a la inanición, el estancamiento y la confusión sobre sus claros objetivos definidos con anterioridad en un otrahora excelente plan estratégico que ha sido tirado por la borda, no sabemos con qué oscuras intenciones. Inicialmente llegamos a pensar que todo era fruto de un criterio personal erróneo, creímos en las palabras de quien lo defendía, pero el tiempo ha venido a demostrarnos que todo el consejo de administración está tristemente alineado con las directrices que se han estado ejecutando a fuego lento. Desgraciadamente ya no nos queda a nadie a quien acudir, y la defensa de nuestros intereses recae única y exclusivamente en todas y todos nosotros, aunque esos intereses nos hagan luchar por quienes un día renegamos.

Muchos de los trabajadores de esta empresa todavía temen ponerse en pié el próximo miércoles ante el temor a represalias por parte de la Dirección, no queriéndose dar por enterados de que la represión ha estado ya en marcha desde hace varios años. Ocultos bajo la cortina de humo de los despidos o la ejecución de la ya famosa ley 7/2010, se esconde una realidad que no podemos ignorar, se esconde el verdadero trasfondo de esta situación que amenaza claramente a la empresa Instituto Tecnológico de Canarias tal y como la conocemos hoy en día. Que lo que busca obtener este sanedrín sea o no bueno para los que queden, sólo el tiempo lo dirá. Pero la vida me ha enseñado que cuanto menos transparencia hay en las cosas mas miedo tienen los que las promueven a que se conozcan, y aquellas que generan alegrías está una siempre deseando contarlas.

Aún así, una enorme mayoría de trabajadores guarda los cuchillos bajo la almohada agarrados al falso convencimiento de que todo esto no va mas allá de una serie de despidos 'justos' y 'merecidos', y de que sus nombres nunca estarán en esa lista maldita. Unos por servilismo, otros por autoconvencimiento y el resto por autocomplacencia, dan por hecho que esto es una purga necesaria para el resurgimiento de una empresa de I+D+i mas fuerte y revitalizada. ¿Apostarías algo valioso a ello?

Aun siendo contraria a este tipo de manifestaciones tribales, creo que ya ha llegado la hora de demostrar a D. Jesús Velayos que en la mañana del miércoles no vamos a estar luchando por dejar de cobrar un 5% de nuestras retribuciones, ni por tener 2 o 3 días mas de asuntos propios, sino que estaremos presentes para honestamente protestar por la forma indigna con la que nos está tratando a todos y por sus oscuros planes para con nuestra empresa. Porque el ITC es nuestro, nosotros lo hemos puesto donde está y nosotros vamos a impedir que ningún gobierno lo ejecute sin tener que dar la cara para justificarlo.

Todo esto va a ocurrir por usted y por sus maneras D. Jesús Velayos, por los que le han puesto ahí y han escondido la mano mientras se daban golpes de pecho y juraban buena fe, esta protesta será por sus formas y sus planes, no por dinero ni por mas o menos días de vacaciones. El que yo vaya a hacer acto de presencia con mis compañeros será arrastrada por su vejatoria forma de tratarnos, por su arrogancia y prepotencia. No se engañe ni trate de engañar a nadie, esto va a ocurrir por usted y sus instigadores.

Esta convocatoria de protesta será un plebiscito, un simple plebiscito donde se nos estará consultando si estamos de acuerdo en cómo nos está tratando D. Jesús Velayos a todos. Porque el Comité nos representa a todos, y nos guste mas o menos, cuando se les chantajea se nos chantajea a nosotros también. Si estas de acuerdo con la sumisión, no tendrás mas que acudir con total normalidad ese día a tu puesto de trabajo y sentirte feliz contigo mismo; si no lo estas acude y haz acto de presencia con el resto de los que nos sentimos denigrados y extorsionados durante el acto reivindicativo.

Es así de simple y así de trascendental y decisivo para el futuro de la empresa donde trabajas, para el futuro del Instituto Tecnológico de Canarias. Si aún así, sigues opinando que todavía no es el momento para hacerte oír, yo iría planteándome cuál es el límite hasta el cual estarías dispuesta a aguantar, porque te aseguro que tarde o temprano ese limite se va a traspasar. Puede que en ese momento no queden muchas que te puedan ofrecer un hombro sobre el que llorar.




Sr. Jesús Velayos,

Rompo mi silencio para dirigirme a usted desde la mas absoluta incredulidad y el mas profundo rechazo a su forma de actuar. No he podido remediar escribirle estas palabras, avergonzada por su inquisitoria forma de gestionar unos momentos tan delicados para nuestro futuro laboral, tanto a nivel personal como a nivel institucional. Mientras la actual coyuntura económica mundial diluye en las alcantarillas de las grandes corporaciones financieras el sueño de un estado del bienestar, especialmente en esta tierra dejada de la mano de Dios, asisto perpleja a sus artimañas caducas, dignas de un tahur de tres al cuarto venido a menos, que buscan amedrentar y asustar a este grupo de trabajadores, con tácticas de un pasado que pensábamos olvidado tras mas de 30 años de democracia. Habiendo demostrado sobradamente su incapacidad para lidiar con los problemas de una empresa cuya razón de ser no es la gestión administrativa, a la que usted está acostumbrado, sino que por el contrario nació para liderar la innovación y la investigación en Canarias, termina ahora por sacar finalmente a la luz un talante peligrosamente absolutista que raya limites insospechados en un gestor público, incluso para Canarias. Imitando a las fuerzas de ocupación nazis en la última contienda mundial en sus vendettas contra los movimientos de resistencia local, se ha atrevido a llevar a cabo la ejecución pública y anunciada de dos de mis compañeros para cumplir sus amenazas ante lo que usted denomina falta de negociación por parte de la representación de los trabajadores. ¿A qué denomina usted negociación?. La sumisión a sus peticiones no es una negociación, la resignación ante su injusta y salvaje forma de actuar no es una negociación, el trágala de sus imposiciones no es una negociación. Negociación es el arte de conseguir hacer sentir a ambas partes que todos han conseguido sus objetivos, y su actuación demuestra que de esto tampoco puede usted presumir saber algo.
Pero es que encima no sólo se ha atrevido a llevar a cabo tan baja e indigna actuación, sino que después de llevarse sus vidas laborales en el ITC por delante, ha tenido la enorme desfachatez de querer estar entre los familiares recibiendo el pésame enviándonos un triste correo electrónico, anónimo para mas inri, que si no fuera por lo serio del asunto podría parecer de chiste. ¿Acaso cree usted que no tenemos claro quién tiene la responsabilidad de estos despidos?, ¿Acaso cree usted que vamos ni tan siquiera a dudar en señalarle a usted y a sus pusilánimes directores de los mismos?.
No trate de ocultar sus incapacidades para gestionar un capital humano investigador y tomar las decisiones que debió haber tomado en su momento, si es que realmente existen los motivos para ello.
La verdad es que no me resigno a creer, que su forma de actuar sea fruto de las directrices de las altas esferas de este oscuro gobierno canario. No quiero creerme que realmente le hayan autorizado a utilizar métodos mas habituales del hampa hollywoodiense que de un gestor público con la vocación que se le presupone. Su empeño en vernos como hordas de aquilosados vividores contrasta vehementemente con nuestra probada labor activa y constructiva para con esta sociedad. Su obstinación por lograr someternos y presentarnos como un trofeo colonial en las reuniones donde debe presentar sus resultados es, y será, estéril. Esta historia no va de someter a nadie, no va de ver quien los tiene mas grandes; va de justicia, de esa justicia que desde hace ya muchos años no se tiene con este personal que empieza a sentirse perseguido, obstinadamente maltratado e incomprensiblemente vilipendiado por aquellos que tendrían que, por otro lado, al menos, agradecerles el enorme esfuerzo que realizan mayoritariamente diariamente en su trabajo.
Por todo esto le pido que traslade a sus mentores que ni estas son las formas, ni estos sus enemigos. Muchos como usted han pasado ya por aquí con sus mismas incapacidades, con su misma prepotencia, con su misma falta de carisma y con su mismos deseos de hacer currículum para agradar a sus valedores, pasando de puntillas por los verdaderos problemas del ITC. Sepa usted, que si continua con su denigrante forma de actuar, esta empresa será un tremendo borrón en su historial, una demostración de su invalidez para gestionar personal cualificado al cual no ha sabido usted ni conducir ni guiar. Por el contrario, con su paupérrima actuación ha conseguido escalar a lo mas alto del ranking de los gestores con nula capacidad, sobrada soberbia, nulo carisma y penosa valía que han pasado por el ITC. Espero que usted sea el peor, el punto de inflexión que nos sirva de referencia para medir las bondades de los que han de llegar.









En la última asamblea de los trabajadores se pudieron escuchar voces que clamaban en contra de la entrada de nuestra lucha en el ámbito político. Antes de continuar quisiera dejar claro que opino, como seguramente la gran mayoría de los trabajadores y trabajadoras del ITC, que nuestra lucha no tiene NADA que ver con la política, ni defendemos ideales de partido político alguno. Para entrar a valorar la conveniencia o no de esta nueva variante, sería importante dilucidar si creemos que debemos luchar por conservar los logros salariales y sociales de nuestro actual convenio, fruto de la lucha, el esfuerzo y la valentía, por qué no decirlo, de muchos compañeros en etapas anteriores del ITC, o por el contrario asumimos la perdida de todo lo conseguido y nos dejamos caer en brazos de las promesas de D. Juan Ruiz. Si deseamos seguir la senda de la segunda opción creo que no habría nada mas que hablar.
Sin embargo si el caso es el contrario, mayoritario por lo que percibo en el día a día de los pasillos del ITC, creo que queda claro que ese es nuestro fin y por tanto pasaríamos a discutir si el fin puede justificar en alguna ocasión los medios. Seguramente esas voces que comentaba con anterioridad, se referían a la participación en nuestras acciones de los sindicatos y sobre todo del PSC. Confieso que opino que en otro escenario, seguramente el PSC sería una amenaza a los logros conseguidos en nuestra empresa, pero en la lucha por la defensa de los intereses propios a menudo se hacen extraños compañeros de viaje. Cuando llegue la hora de esa otra batalla tendremos que actuar en consecuencia. Por otra parte ahora mismo la oposición política en el Parlamento de Canarias se me antoja como un aliado oportuno e imprescindible en nuestra lucha. En una situación mínimamente lógica, donde el Gobierno de Canarias estuviese actuando con responsabilidad y miras de futuro, los argumentos que mantenemos deberían ser mas que suficientes para lograr lo poco que pedimos. Pero en esta tierra dejada de la mano de la justicia nuestras razones y verdades no parecen ser suficientemente válidas para hacerles actuar de forma justa y estratégica con la I+D+i en Canarias.Tampoco pareciera que les importase mucho nuestro futuro en una época tan decisiva para la toma de decisiones con una mira amplia y responsable. Por el contrario, los políticos que aquí padecemos suelen reaccionar con mayor celeridad ante la amenaza de la perdida de poder y temen mucho mas a la prensa, sea del tipo que fuese, que a las razones. Esto sucede simplemente porque las razones creen ellos que no les quitan votos, pero un continuo goteo de noticias de prensa contrarias a sus actuaciones pueden desgastarles en su afán por mantenerse eternamente en los salones del poder. Es tan triste y sencillo como tristes y sencillos son los políticos que aquí sufrimos, que no piensan en los intereses de la ciudadanía sino en los suyos propios.
Y es aquí donde el PSC, partido que seguramente no tenía hasta el momento ningún interés en la suerte que pudiera correr el ITC, nos esta usando para obtener rédito político en su campaña de desgaste continuo al pacto actual de gobierno de CC-PP. ¿Nos estamos dejando usar?, ¿Estamos consiguiendo algo con todo esto?, yo creo que la respuesta es sí, en ambas preguntas. Igualmente creo que sin el uso por su parte de nuestra causa, no estaríamos consiguiendo que el Gobierno esté digiriendo este asunto de forma no tan placentera como sin duda hubiesen estado haciendo de otra manera, hecho éste que podría hacerles replantearse su estrategia y tomar en consideración nuestras sencillas reivindicaciones.